Casa Rural Mesón de La Sierra: Fettuccini Ile de La Sierra

Terminado con flake de parmesano

"Digo que así lo otorgo-respondió Don Quijote-, y, así podéis señora desde hoy mas desechar la melancolía que os fatiga y hacer que cobre nuevos bríos y fuerza vuestra desmayada esperanza, que, con el ayuda de Dios y la de mi brazo vos os veréis presto restituida en vuestro reino y sentada en la silla de vuestro antiguo y grande estado, a pesar y a despecho de los follones que contradecirlo quisieren. Y manos a labor, que en la tardanza dicen que suele estar en peligro."

Húmedo tras bastantes lluvias, al caminar sobre la mezcla de tierra y agua, rozar con mi andar lo que ha retoñado en el ultimo mes en los potreros, caminos y atajos no me dan muchas ganas de ir al río, a deleitarme del mismo, como si en jacuzzi fuese, pero con un ahorro de energía bastante pronunciado porque al salir de las andanzas llego tan húmedo como si estuviese dentro.

Tomates organicos, ajo, albahaca, pimienta, orégano, pizca de azúcar

Así como me encantan los dias de lluvias y mas, si dentro del rincón donde cobija mi alma,tronara como granizo, al recibir la Bendición del cielo, el aluzinc que como techo la guarida tiene.

Atino, solo a pararme, dirigirme al lugar mas cercano del balcón y mirar como hace camino preferencial el agua que cae, y lucha por desplazarse hacia las áreas mas bajas.

Ligeramente impregnado de agua me quedo, porque lo deseo, aunque los guiñapos despojo, con mi borgoña, que como tierra coge (agua), de vino se llena. Después de tratar de descifrar el origen de las moléculas del fermento en la segunda copa, me colmo de hipocresía al querer viajar al mismo tiempo y velocidad con que uno de mis centros nerviosos constitutivos del encéfalo recibe y procesa la información. La naturaleza es tan perfecta que por si sola, combina el anhelo de maridar, la humedad de la noche, el fermento que me embriaga y el apetito o deseo ardiente de una buena cena.

Tomates sofrito listos

Esta noche bajo la libertad que me otorga el vino y la pasión por deleitar las papilas de los tertulianos mas cercanos, desarrollamos una pasta, que va muy de la mano con el clima y el estado de animo. Sumergirme en lo mas intimo del deseo, combinar las almejas con un ligero punto de vino blanco, cebolla y perejil (bastante), los tomates previamente pelados, hervidos y sofritos con ajo, orégano y albahaca , unos camarones hervidos durante unos 3.5 minutos para sacarlos y colocarlos en agua fría, para luego pelarlos y limpiarlos. Con las cascaras o escamas de los camarones cuezo el agua que ablandara la pasta, aunque antes de introducirla la cuelo (con un colador las separo).

Las almejas con cebolla, perejil y vino blanco

No es de mucho esfuerzo, si como habito ley se hace, seguir con la siguiente copa, solo a esperar el tiempo de la pasta con un ligero punto de sal y oleo de oliva.

Albahaca Orgánica

Para mi es importante este punto, para que la pasta quede no muy hecha con un toque de oleo para separarlas, voy agregando primero las almejas, luego los camarones y por ultimo los tomates con albahaca y un ligero toque de pimienta.

Una vez mezclado de manera homogénea, lo sirvo, en ocasiones le agrego queso parmesano el flakes y otras tantas,cada persona al servirse le agrega lo deseado.

Al ingresarlas

Esta pasta me encanta, los tomates no los pico sino que al separarse por el fuego quedan en trozos no muy pequeños el cual le da un toque buenísimo al mezclar las papilas el sabor de los camarones con la salsa de y las almejas.

Ingerdientes