Berenjena Encandilada

El Arriero Maco Toro sacando los palillos de la penca de la palma

"Tu, caballero, quienquiera que seas, que el temeroso lago esta mirando, si quieres alcanzar el bien  que debajo de estas negras aguas se encubre, muestra el valor de tu fuerte pecho y arrójate en mitad de su negro y encendido licor, porque si así no lo haces, no seras digno de ver las altas maravillas que en si encierran  y contienen los sietes castillos de las sietes fadas que debajo de esa negregura yacen".

En las arenas bailan los remolinos, el sol juega en el brillo del pedregal, y prendido a la magia de los caminos   el Arriero va, es bandera su poncho al viento, lo saludan las flautas del pajonal y apurando a la tropa por esos cerros, el arriero va!!

Palillos sacados de penca de palma

En esta oportunidad, les recomendare algo sencillo y divino, fácil de hacer y puedes compartirlo con carne de aves al horno , cordero y por que no con un cochinillo lechal  de los que hacen de las papilas un ritmo del paladar, también va de la mano con un buen pedazo de queso de cabra curado, se trata de las Berenjenas Encandiladas, estas, hechas a la braza o al horno son agradables y de buen paladar. Utilizando berenjenas, pimientos rojo y amarillo y un poco de tocineta, ya esta para que te entusiasme y puedas desarrollarlo y mejorarlo.

Desempeño

Después de lavar y desinfectar las berenjenas y los pimientos, busco la herramientas necesarias , como de costumbre, un buen cuchillo, con buena hoja, una tabla y mi toallita en el hombro.

Inicio cortando lo pimientos, quitandoles las tapas y cortándolos a lo largo, finos. Una vez cortados los pimientos tomo como medida la dimensión o largo de los que he cortado y con esa medida corto la berenjena (para que los trozos de berenjena tengan la misma dimensión que los pimientos trozados). Primero hago un corte transversal y liego a lo largo.

envolviendo la berenjena

Esos trozos de berenjenas los separo y tomo cada uno, le agrego un trozo de pimiento rojo y otro del amarillo, cojo la tira de tocineta los envuelvo como si fuera un cinturón y los anclo con palillos. En este caso utilizamos palillos que sacamos de la penca de una palma de La Sierra. Repito este ultimo paso hasta agotar las dos berenjenas utilizadas (no muy grandes).

Una vez listos los envueltos de las tiras de  berenjenas, enciendo con carbón o leña de guayabo en horno o parrilla agujereada. Es importante controlar el fuego, pues queremos que la berenjena y pimientos no pierdan sus atributos por exceso de calor.

Berenjena Encandiladas a la parrilla

Coloco las envolturas sobre la parrilla caliente y  en unos diez minutos los voy moviendo de manera controlada, volteándolos, al cabo de diez minutos mas dependiendo de la intensidad de la braza, los retiro de la intensidad, para que reposen unos tres minutos agregándoles sal a punto para los que les gusta de esta manera y una pizca de pimienta. Los sirvo con carnes de aves o cordero. Con un buena botella de vino tempranillo. En esta ocasión nos vislumbro un Condado de Haza, encantado por su color rojo picota intenso, de boca potente y dejando el predominio de la fruta, esta buenísimo. Enjoy!!

Ingredientes

• 2 Berenjenas
• 3 Pimientos rojos
• 3 Pimientos amarillos
• 8 Ozs. de tocineta
• Sal a punto
• Pimienta al gusto

Ya terminadas..!!

El Arriero, de regreso a las llanuras de la Sierra, después de la jornada de trabajo, y llegando donde pernocta y piensa la bestia que lo transporta, logra divisar en una de las comarcas aledañas, una gran fanfarria de arrieros.
En principio por su falta de visión, producto de la alta foresta, que imposibilitaba representar mediante imágenes ópticas, quienes de los Arrieros de La Sierra tenia representadas, en  señales de humo, de que el Mesón se había encendido, en La Celestina.

Listas para servir..!! Enjoy!!

Dejando atrás, la fuerza del ser viviente que empleo como motriz, a Rosinante, e iniciando la travesía entre empalizadas, charcos, por el pequeño chubasco que terminaba de caer mientras quitaba los aperos, y piñones no de los burros mas traseros de la recua, donde suele ir  montado el arriero, sino el de arbustos que se siembran en las estacadas, que separan una comarca de otra, para defensa o para atajar un paso. Me aproxime donde pude observar que el Arriero de La Estancia La Celestina, estaba de Patronales por el  inicio de su medio siglo.

Como arriero al fin, al llegar, solo atine a buscar un vaso donde de inmediato se colmo, y chocando como si fueran cuernos de alces, dije Bendiciones hermano Arriero, que Dios te colme en salud y dicha y que a los arrieros que entren a esta Estancia, como lo he hecho yo, nos de la oportunidad de disfrutarte a plenitud, por muchos años y, que nuestras familias sigan transmitiendo a sus descendientes los que a nosotros nos enlaza  y nos mantiene como el primer día....!!

Así me estrecho como abeja al panal, mostrándome el lechón que en asadero se desarrollaba, que mas adelante lo subiré como uno de los asados de La Sierra.